El Ing. Mauricio Porraz, nació en la ciudad de México; egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, con Mención Honorífica; pionero del buceo en México y el mundo: trabajo a bordo de la Calypso con el capitán Cousteau en diversos proyectos submarinos. Después fue Director de Comex-Marsella, iniciando su centro hiperbárico. Recientemente un equipo de seis buzos de Comex pasó 8 días realizando trabajos complicados a la profundidad sin precedentes de 520m. En la operación Hydra VII, Porraz intervino en Hydra I; fue en enero de 1966 cuando bajo a 200m de profundidad, récord mundial a esas fechas. Es instructor de buceo de la Confederación Mundial de Actividades Submarinas en Niolon Francia.

Al iniciar Pemex operaciones petroleras costa afuera, Porraz y su equipo de buzos mexicanos utilizaban para respirar mezclas de gases de helio, nitrógeno y oxígeno. Porraz intervino en operaciones submarinas en el Mar del Norte, Europa, África, Medio y Extremo Oriente.

La década de los 70’s marca su inicio como inventor de tecnologías apropiadas aprovechando al máximo los recursos existentes en cada lugar, tanto humanos como naturales. Es titular de 52 patentes en México y otros países del mundo. Estos diseños operacionales desarrollados por Porraz, se han aplicado con éxito para hacer Islas Artificiales, para fines petroleros en el norte de Alaska; así como para construir un hotel flotante en Kuwait; en terminales petroleras en Tailandia y en las Islas Vírgenes St. Croix, en éste último, intervino la constructora más grande de los Estados Unidos: Brown & Root Overseas. En la desembocadura del Amazonas para un complejo industrial de aluminio – Alubras y Puertos de Brasil, y en África del Norte, protección de la margen oeste de Canal de Suez de Egipto. Actualmente trabaja para aplicar industrialmente un sistema para fabricar concreto marino, acelerando eléctricamente la depositación bioelectroquímica de los minerales y organismos disueltos en el agua de mar y en un proyecto maremotriz (900MW) en el Delta del Río Colorado en el Mar de Cortés. Intervino en el tendido de cable de fibra óptica en las costas de Venezuela con CANTV.

Además de sus inquietudes tecnológicas, en sus aspectos humanos, en 1959 comenzó como profesor en la Facultad de Ingeniería de la UNAM; posteriormente, ha dado clases en la División de Estudios Superiores; Centro de Educación Continua de Actualización Profesional, Instituto Politécnico Nacional e Instituto Mexicano del Cemento entre otros.

Es miembro del Consejo Académico de la Academia de Ingeniería y Secretario General de la Academia de Ciencias, Invención, Ingeniería e Investigación, Miembro correspondiente de la Real Academia de las Bellas Artes e Investigaciones Históricas de Toledo y  de la Real Sociedad Geográfica de España.

Pertenece al Centro de Estudios Guadalupanos, a la Archicofradía Universal de Santa María de Guadalupe y es Caballero Armado del Capitulo Hispanoamericano de Corpus Christi en Toledo, Caballero de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén con el grado de Mariscal, fundado hace 900 años.

En 1977 recibió la Medalla al Mérito de la Invención e Investigación en París. Desde 1979 la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles SCE, entrega anualmente el “Premio Internacional de Ingeniería Costera Mauricio Porraz”. Es Miembro del Consejo Técnico del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

El Grupo expansión lo declaró en enero de 1984, el “HOMBRE DEL AÑO 1983”, por su labor exportando tecnologías al extranjero. Es Vicepresidente de la Academia de Desarrollo Costero de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Fundada en 1833.

Presidente del Consejo de la Federación Panamericana de Ingeniería Oceánica y Costera.  Habiendo presentado ponencias en COPEDEC I, II, II, IV, V y VI. Organizó Galápagos ’85, Norsud y es Presidente de la Coordinación del Programa de Industrias, Bienes y Servicios 2002-2004 de la Academia de Ingeniería. Ha participado en COSU II, COSU V, además de otros muchos congresos.

Porraz es un hombre de hoy Católico practicante, convencido de que para ser creativo hay que creer con fe y optimismo, con un gran deseo de servir y de idear desarrollos que sirvan a los demás con una actitud mental renovada hacia la vida, contribuyendo substancialmente al cambio con un esfuerzo continuado en forma disciplinada para alcanzar las metas y de allí a otras más altas, dando siempre un alimento espiritual a la mente.