En un mundo lleno de anuncios de toda índole y en el que infortunadamente no escapa la Infraestructura, al resultar muy sensible y hasta vulnerable al contagio estacional, debemos analizar de manera prolija lo que se escucha de ella.

La secuela de los asuntos políticos y electorales que compiten por nuestra atención, se convierten durante esta época en algo fundamental en las promociones, así que al ser algo crucial, tenemos que abordarlos con ojo crítico y una buena dosis de escepticismo.

La frase “los viajes ilustran” es tan común que la hemos dicho o escuchado alguna vez. Relativamente puede ser cierta, ya que existe mucha más información que se puede extraer de ella, desde luego, si uno quiere.

Yendo por partes, partimos de que hay quienes lo hacen por diversos motivos desde descansar, cambiar de aires, conocer otros lugares, romper la rutina, divertirse, etc.

Sin embargo, son pocas las personas que lo hacen por conocer otras culturas, observar el comportamiento, las costumbres y sobre todo la cultura de otro lugar.

El hecho de viajar, no solo significa hacerlo a otro país, sino que es igualmente válido efectuarlo al pueblo más cercano que tengamos y que nuestro bolsillo y ganas nos permitan.

Estamos muy poco acostumbrados a viajar con ganas de persistir aprendiendo, pero en realidad la vida se llena de aprendizajes y tal acción nos acompaña hasta el último día.

Aceptando que al no saber todo, pero que se tiene el deseo de querer saber más y más de algo, siempre será bienvenida una nueva lección, a pesar de la incomodidad y prurito que causa a quienes pretenden mantener las cosas en el mismo statu quo.

Destinos

Con lo anterior inferimos, que aprender a observar, a ser y andar por el mundo, por la colonia o por el barrio con un alto sentido y deseo de crecer, de ilustrarse y aprender, debe ser una acción persistente.

En ocasiones pensamos que lo que nos ocurre es algo endémico, que nos pertenece, no obstante, si analizamos lo que sucede en otros lares, nos sorprenderemos de las coincidencias existentes, sin menoscabo de las condiciones socioeconómicas. 

Realmente al revisar publicaciones y mensajes televisivos de los sitios que se visitan, podemos encontrar solamente de dos tipos: los que se difunden a favor y los que lo hacen en contra, por lo que, para valorarlos adecuadamente, habrá que invertir un poco de tiempo en confirmar lo que se difunde para no dejarse llevar por las olas.

En todos los anuncios políticos hay detalles que son engañosos, así que debemos tratar de encontrar luz sobre la manipulación que se suele emplear para influir en la opinión pública con las obras de infraestructura que pueden matizarse a conveniencia por ambos bandos.

En el campo de la Infraestructura, cada día nos estamos sorprendiendo con los anuncios de una gran cantidad de obras que se están ofreciendo, realizando o inaugurando a medias, con el ánimo de presumir y consecuentemente persuadir a los ciudadanos que esa es la opción más conveniente para seguir haciendo aquello.

Si lo que en realidad queremos es que todas las obras cumplan con su objetivo, lo que primeramente debemos analizar es si lo hacen con lo que deben (normativa, procedimientos, tiempo y calidad) y luego con lo que ofrecen (sustentables) y aquí me parece, nos están quedando a deber.

Tragarse la píldora

Si “creemos a pie juntillas” todo lo que se difunde de ellas, caeríamos una vez más en el mismo arrabal del que debemos y nos merecemos abandonar, ya que generalmente en todos los casos, se presumen cosas sin el debido análisis técnico.

Resulta curioso y hasta chusco enterarse que con tal o cual obra o inversión, estaremos situándonos por encima del desarrollo promedio y hasta nos ofrecen sin empacho, disfrutar de ambientes de primer mundo ¡casi de película!

He aquí lo medular que debe tenerse en consideración a la hora de evaluar tanto inversiones como obras, ya que deben ser perdurables y de verdadero beneficio colectivo, cumpliendo y obedeciendo sin cortapisas una planificación previamente aprobada para no comprometer servicios ni desarrollo.

Finalmente, las preferencias particulares dependen del libre albedrío del que gozamos, por lo que el único parámetro que deben cumplir las obras de infraestructura, es que sean útiles y para el bienestar de la sociedad.

Los problemas de servicios, energía, movilidad, tratamiento de agua, crecimiento, desarrollo urbano, basura, entre muchos otros, tienen que estar libres de matices o colores, debiendo ser resueltos adecuada e independientemente de los colores de quienes se encuentren al frente de la administración pública.

Compadres

De hecho, en algunos lugares observamos, que los administradores de los servicios son independientes de las autoridades y obedecen estrictamente al programa director de desarrollo que haya sido debidamente consensuado por la ciudadanía, y no impuesto por la administración, lo que las deja a salvo de los tiempos electorales.

Tampoco es aceptable, en esos otros distantes lugares, designar a “cuates” sin el perfil técnico ni experiencia que el cargo exige y para el cual se debe haber ido a la escuela y no solo a la “grilla” o andanzas políticas o perorata simuladora de conocer el campo de trabajo.

La independencia de estos administradores de servicios, quienes, responden y ponen en juego su honor ante los ciudadanos, ayuda a lograr mejores escenarios con servicios preventivos y de mantenimiento que obedecen a programas y no a tiempos electorales o de posicionamiento en una zona.

Como vemos, la distorsión y manipulación son muy comunes durante las campañas, así que resulta conveniente mantenernos debidamente informados y verificar las afirmaciones que parecen demasiado ideales, utópicas –dirían los que saben– por lo extremo de las bondades que se atribuyen y difunden.

En lo que debemos enfocarnos es en informarnos y ayudar a garantizar que nuestras decisiones políticas se basen en la verdad y no en la manipulación de las obras y logros que se alardean como lo máximo.

En este sentido podemos referir, que a medida que avancen las campañas electorales, es nuestro deber como profesionistas y técnicos, comprometernos en ser diligentes buscadores de la verdad, esforzándonos por ver más allá del humo y los espejos de la publicidad política.

Sólo entonces podremos tomar decisiones informadas, que nos ayuden a reflejar nuestros valores y creencias para mejorar, en lugar de ser víctimas de las trampas de la manipulación.

Corolario.

“Ante la utopía y distorsión, informarse es la clave para evitar la manipulación”

  • Fotografía en portada por Aaron Burden a través de Unsplash.