El pasado julio de este año, el ACI (American Concrete Institute) publicó la más reciente revisión del “Código de Construcción para Concreto Reforzado”, donde se presentan requerimientos de diseño y construcción para concreto estructural, necesarios para asegurar la salud y seguridad públicas.

El comité del ACI 318, ha vuelto con una nueva versión de uno de los códigos de construcción más usados en el mundo. Tras la reestructuración del código en 2014, esta vez encontramos cambios que, aunque no son tan representativos como la última vez, nos muestran una imagen de un código que continúa adaptándose a la nuevas tendencias de construcción en el mercado, presentando lineamientos con el objetivo de homologar los vastos criterios que como constructores podemos formar, en lo que respecta a diseño estructural, especificación de materiales y procesos constructivos.

En 2014, la reorganización del código se pensó para facilitar su comprensión por parte del diseñador, organizando ahora los capítulos por elementos estructurales, que incluye los reglamentos de diseño de cada tipo de elemento, sin descartar las acciones por flexión, carga axial, cortante, etc. En esta versión se trabajó en robustecer los requisitos de confinamiento en muros y columnas, armado de losas y diafragma estructural. Por otro lado, el capítulo de diseño sísmico sufrió fuertes cambios, motivados por la tendencia de los movimientos sísmicos que se presentaron en esos años.

En 2019, vemos un mundo donde el uso de herramientas computacionales ha cambiado completamente la forma en la que arquitectos e ingenieros trabajan y diseñan, por lo que el código ha tenido que adaptarse para seguir esta tendencia. Otros cambios en la industria, como el incremento de construcciones de edificios altos y los nuevos requerimientos de resistencia sísmica, han llevado a actualizaciones adicionales.

Por ejemplo, en esta nueva versión, se toman consideraciones especiales para prevenir fallas en losas sobre columna, donde el esfuerzo por cortante puede llevar a fallas críticas en el elemento. Para esto, se han designado cuantías mínimas de refuerzo en conexiones de este tipo y se ha modificado la extensión de las barras, se propone el diseño de losas más gruesas, losas de transferencia e incluso extensiones en acero que puedan cubrir una proyección de falla por cortante crítica.

También se han tomado nuevas consideraciones para refuerzo de conexiones de vigas principales y secundarias, para prevenir fallas en estos elementos, permitiendo transferir cortantes importantes del extremo final de la viga secundaria a la principal.

Un cambio importante es la inclusión de refuerzo, evaluado por el ASTM A706, de grado 80 y 100, para diafragmas y muros estructurales, con el objetivo de resistir momentos, fuerzas axiales y por cortante. La inclusión de acero de refuerzo de alta resistencia, generó adecuaciones en espaciamientos y cuantías de acero en elementos reforzados, lo cual promoverá la adopción de estos sistemas, al observar una reducción en la congestión de acero en elementos altamente reforzados, mejorando la colocación del concreto, ahorrando tiempo y mano de obra.

En cuanto a materiales nuevos añadidos al código, se encuentra el concreto lanzado (Shotcrete), un sistema constructivo muy eficiente y que, a pesar de ser ampliamente utilizado en la industria de la construcción, no se había mencionado en una versión previa del ACI 318. Se espera que la American Shotcrete Association y el Comité 506 del ACI, terminen de definir los criterios para unificar los requerimientos de diseño y construcción para el uso de concreto lanzado en las próximas versiones.

Existen cientos de comités del ACI, especializados en distintas áreas de la construcción. El ACI 318 es uno de los más referenciados y seguro seguirá marcando la pauta en cuanto a códigos de construcción a nivel global.