Desde el año 2009 cada 08 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos, es innegable la importancia para la vida humana y sobre todo para su supervivencia en las próximas décadas que los océanos tienen que incluso forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, para ser más específico, el número 14 “Vida submarina”.

Veámoslo así, los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97 por ciento del agua del planeta y representan el 99 por ciento de la superficie habitable del planeta en volumen, por lo tanto podemos decir, sin miedo a caer en una exageración, si los océanos mueren, el planeta muere. ¿Alarmista? Quizás, pero el escenario se ha complicado en las últimas dos décadas, y los ODS para el 2030 en este tema también.

Solemos olvidarlo fácilmente, pero los océanos son los pulmones del planeta, absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por nosotros y a cambio producen la mitad del oxígeno que respiramos, amortiguando los impactos del calentamiento global. Económicamente hablando más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento, tan sólo 200 millones se emplean directa o indirectamente en el sector pesquero, además se estima que el valor de mercado de los recursos marinos y costeros así como su industria tienen un valor de hasta el 5% del PIB mundial.

La contaminación por residuos sólidos y químicos, cambio de temperatura y cambio de acides en los océanos nos dejan hoy en día una catástrofe ambiental de escala global. Por ejemplo, como consecuencia de un uso excesivo del plástico y sobre todo una pésima disposición final de nuestros residuos sólidos, nos han llevado a verter a los océanos aproximadamente 13 millones de toneladas de plástico por año, lo que además de provocar la muerte de miles de especies genera una alteración grave en la cadena alimenticia, pues aquellos plásticos que pueden degradarse en un periodo relativamente rápido terminan como microplásticos, y peces y otros animales marinos terminan consumiéndolos.

Como resultado hemos visto alrededor del mundo una campaña de des plastificación, cada vez son más las ciudades en los que se debate la prohibición de productos plásticos, sin embargo en la mayoría de los casos, estos debates se resumen a “soluciones” fáciles y rápidas cuyo impacto termina por ser poco o casi nulo a un costo muy grande.  Lo anterior porque por lo general no abordan el problema de origen y por el contrario lo simplificamos con una prohibición rápida y sencilla que nos brinda la sensación de éxito y solución al problema. Por un lado tenemos el abuso en el consumo de un invento, el plástico: ligero, fácil y económico de producir, bajo consumo de agua y energía en su producción en comparación al papel o vidrio, y no requiere de tala de árboles. Sin embargo ese abuso en el consumo o consumismo de usar y tirar, nos hacen olvidar algunos principios básicos de mitigación de impacto negativo como reducir el uso, reutilizar y reciclar. Por otro lado también olvidamos que estos, ya sea por acción del viento, lluvia o humana, llegan a los océanos por una pésima gestión en la disposición final de nuestros residuos, y por ello son arrastrados, junto con otros residuos, desde las calles, alcantarillas, arroyos o campos hasta los océanos.

Como el resto de los ODS, el reto es grande, las soluciones no son fáciles y el tiempo apremia, pero como se dijo en la última cumbre del World Economic Forum un mundo mejor espera pero sólo si actuamos rápido, para ello la iniciativa Haz posible el cambio promovida por las Naciones Unidas nos motiva a formar parte del cumplimiento de las metas de los ODS. Esta campaña nos guía y nos alienta a vivir de una manera más sostenible en el trabajo y en casa, cambiando nuestros patrones de consumo, optimizando los medios de transporte y comprando alimentos locales. Y para todos aquellos que siempre nos preguntamos ¿qué puedo hacer yo? Nos ha creado la Guía de los Vagos para Salvar el Mundo https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/takeaction/ con el fin de que tomemos acción y seamos parte de la solución.

  • Fotografía en portada de SGR en Unsplash.