Muchos hemos tenido la oportunidad de despertar algunas veces en algún lugar de la costa, rodeados de muchas cosas y situaciones que hoy en día y en tiempos de guarda y análisis, nos motivan a hacer algunas reflexiones ante la situación que se vive en la costa de nuestro Estado.

Cada mañana cuando abrimos los ojos, regresamos al mundo cotidiano dejando atrás lo mágico e incomprensible que pueden ser los sueños, es decir, logramos “despertar” para volver a entrar al mundo real y encarar la lucha diaria para la sobrevivencia dejando atrás nuestra vida sonámbula.

Esto aún pareciendo algo simple, viene a la ocasión porque cada vez más en la costa de Yucatán, estamos padeciendo de muchos problemas que no han sido solamente consecuencia del crecimiento, sino de la falta de una adecuada planeación tanto como a la falta de atención y seguimiento de lo que se hubiere podido realizar en el campo de la infraestructura y el desarrollo urbano.

Motivado por estas situaciones cada vez más incómodas para todos, hoy nos encontramos ante la oportunidad de encarar este reto de manera integral, es decir, convocar tanto a quienes viven en localidades costeras de manera estacional así como a quienes lo hacen de manera temporal o en plan vacacional.

Deshilar la madeja de la problemática costera no es una tarea simple pues es un asunto crónico y lleva muchos cabos sueltos, por ello la tarea debe conceptualizarse partiendo desde lo más simple, como si esto así lo fuera, hasta los más tenso e intrincado de los nudos que se presenten.

Concediendo que nos encontramos en una “mancha urbana” en donde se presentan las situaciones para analizar, evaluar y proponer, motiva que la Planeación Urbana sea una materia de alta importancia, sin soslayar ningún milímetro los temas de Agua, Saneamiento y los Proyectos Estratégicos para un desarrollo armonizado y más que nada, que sea sostenible, para alinearlo al mayor número de objetivos que las Naciones Unidas han establecido para cumplir la meta en 2030.

Estos cuatro ejes, se podrán ir ramificando y vertebrando en los tres ejes (x, y, z), pero sobre todo teniendo cuidado que de manera transversal y lo más llana posible, todos los diferentes sub-temas que germinen sean prácticos y se puedan ir alineando y ordenando otros tantos como movilidad, turismo, seguridad, abastecimiento, patrimonio, restaurantes, servicios, hoteles, mercados, basura, escuelas, hospitales, etc.

Así las cosas, la tarea en cuestión no es simple y seguramente será un ejercicio con un expansión cuesta arriba y seguramente llevará no poco tiempo, sin embargo, es fundamental dar el primer paso y convocar a todos los que deseen aportar, es momento de tomar acciones desde la sociedad civil para involucrarse en el qué hacer de la misma.

La participación de la misma sociedad civil en su conjunto en tareas de opinión, proyecto, puesta en marcha, control y vigilancia del cumplimiento de los compromisos, es determinante para cualquier tipo de aspiración, no debemos suponer que la autoridad por el simple hecho de ser el administrador público, sea en quien descanse, como lo ha sido anteriormente, toda la ejecución de los planes y programas que de alguna manera han contribuido al desarrollo y crecimiento de las comunidades que hoy tenemos, las cuales precisamente estamos tratando de mejorar, proponiendo un gobierno abierto con una gobernanza participativa.

Realizar cualquier esfuerzo tiene como consecuencia una reacción que muchas veces, evidencian y sacan a flotación a quienes detienen la prosperidad que todos reclaman, pero no debemos desistir ni soslayar ni mucho menos dejar pasar la oportunidad de seguir el la ola “nadando de muertito” sino por el contrario, es menester insistir en que aún hoy, podamos tener nuevamente la oportunidad de ofrecernos un sabroso despertar en la playa.

  • Fotografía Telchac, Yucatán.