El concreto es fácil de hacer, tecnológicamente simple y de bajo costo de producción, lo que lo llevó a ser el material de construcción del siglo veinte. Este material compuesto alcanzó en el año 2000 una producción de 1 m3 per cápita, equivalente a 1.5 billones de toneladas de cemento Portland a nivel gobal.

México se encuentra dentro de los países en vías de desarrollo que se considera, mantendrá la tendencia en el consumo de materiales de construcción como el concreto, debido a su constante requerimiento de infraestructura urbana. La forma de administrar correctamente este mercado en crecimiento es definiendo que es lo que puede estar afectándolo de manera inmediata, para corregirlo de raíz.

“El más grande problema de la industria del cemento y el concreto, es la falta de comunicación dentro de la misma, que no cuenta con una visión sobre las capacidades de su propio material”.

En México y en mucho otros lugares, el concreto sigue siendo especificado por su resistencia, cuando las condiciones de servicio a las que estará expuesto exigen se consideren parámetros de diseño mucho más específicos. En la industria moderna de la construcción, la resistencia a compresión del concreto es una propiedad secundaria. La durabilidad, por otro lado, es el indicador de desempeño prioritario, que rige los criterios de diseño del material.

La necesidad de la industria de desarrollar, difundir y aplicar conocimiento científico en relación con los materiales de construcción, los sistemas y las estructuras de hoy en día, dieron lugar a la formación de asociaciones compuestas por expertos de la industria y la academia como el ACI (Instituto Americano del Concreto; en EUA) y el RILEM (Unión internacional de laboratorios y expertos en materiales de construcción, sistemas y estructuras; en Europa). Estos organismos, dentro de sus actividades, son quienes han demostrado la importancia de la durabilidad de los materiales base cemento portland y los beneficios que estos traen al correcto desempeño de la infraestructura de una región. Llevamos ya mucho más de 100 años de haber demostrado mediante pruebas cuantitativas, siguiendo el método científico, que la durabilidad del concreto puede medirse y que las condiciones de servicio a las que estará expuesto un elemento de concreto reforzado son las que deben regir su diseño.

La normativa para definir criterios de durabilidad en México, existe. Incluso la NMX-C-155-ONNCCE-2014, cuenta dentro de sus alcances con un apartado en el punto 5.4 de nombre “Criterios de diseño por durabilidad del concreto”, donde menciona que “Para obtener elementos y estructuras de concreto durables, se deben considerar en las especificaciones del proyecto acciones contra mecanismos específicos de deterioro que pueden presentarse según la clase de exposición en que dichos elementos y estructuras estarán en condiciones de servicio”.

Finalmente, la apropiación de especificaciones de construcción más rigurosa, dependerá del presupuesto que tanto los organismos públicos como privados logren asignar para los proyectos del futuro, para lo que habrá que verificar cuánto estamos gastando en costos de reparación de estructuras de concreto, qué tanto de nuestra infraestructura en operación se encuentra en un estado que le impide cumplir con sus condiciones de servicio y exponer la problemática de manera numérica, para ver qué tan factible será seguir el camino que la industria de la construcción sostenible está marcando a nivel mundial (desde hace más de 100 años) o si valdrá la pena seguir la misma línea de especificaciones que tenemos actualmente en el país.

Lo hecho, hecho está; ahora ¿qué viene?

  • Fotografía por Claus Grunstaudl en Unsplash.