Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en un curso de Inteligencia Artificial en el Colegio de Ingenieros Civiles de Baja California Sur, el curso, aunque introductorio, fue una oportunidad para conocer cuáles son las plataformas en línea que brindan servicios a través de distintas redes neuronales de IA en diferentes especialidades, desde genéricas para búsqueda en internet, hasta las especializadas para alguna aplicación en específico, y empezar a interesarme en el tema.
Anteriormente a este curso había tenido la oportunidad de interactuar someramente con ChatGPT, creo la más famosa de todas, y con Gemini, además de las herramientas de IA integradas en el programa de edición de video que utilizo, todas ellas con las limitaciones que todos conocemos y que posiblemente ha causado más de una desilusión, pero de eso continuaremos más adelante.
Desde entretenimiento hasta medicina, educación o ingeniería, finanzas o industria alimentaria, las aplicaciones parecen ser infinitas, pero si, y solo sí, eres capaz de desarrollar el modelo de IA que se adapte a tus necesidades, pues por al momento, no existe un solo modelo que domine todo.
Y es precisamente ahí donde el sueño utópico de una inteligencia superior, o IA, que resuelva nuestras vidas es donde despierta y recordamos unas cuantas cosas.
La primera de todas es que las inteligencias artificiales no son nuevas, llevan en desarrollo varias décadas, desde los años 70s, y por supuesto han evolucionado bastante, sumado una escalada en potencia y disponibilidad de equipos, tanto en servidores empresariales como en ordenadores personales. Y el gran salto en esta década es que “aprendió a hablar”. Los desarrolladores fueron capaces de crear redes neuronales y alimentarlas con tanto texto, librerías enteras, que guardando palabras y frases dentro de un Embedding capaz de clasificarlas y asociarlas han creado mapas mentales de términos, conceptos y frases. Dejando muy lejano esos lenguajes máquina que impresionaban a todos en los años 60s.
Lo segundo que tenemos en cuenta al momento de usarlas, al menos si utilizamos los modelos disponibles en la web, es que utilizamos la red neuronal de alguien más, teniendo que pagar una cuota por su uso, con limitación a su “entrenamiento” y además cedemos los derechos de propiedad intelectual al propietario de la IA sobre la información proporcionada para su personalización o entrenamiento.
Si bien es cierto que utilizando estos modelos de IA, accedemos directamente a sus servidores, lo que nos ahorra el costo de equipos con tarjetas de video costosas, que son las que utilizan estos modelos y sobre todo demandan bastante VRAM, eso nos lleva a tener poco control y poca configuración en comparación a desarrollar un modelo propio.
Y algo bastante importante, aunque podamos solventarnos un equipo adecuado para ello, al día de hoy no todos somos expertos en usar una plataforma como LM Studio, cargar un LLM o modelo grande de lenguaje como Llama de Meta, crear y alimentar al modelo con un RAG personalizado, y con ello tener nuestra propia IA entrenada para nuestras necesidades. Repito y hago énfasis en “al día de hoy”.
Pero como mencione anteriormente el potencial en las aplicaciones crece exponencialmente a cada momento junto con las inversiones en el desarrollo de estos modelos y del hardware que requieren.
¿Cuál será el próximo gran salto? Ya se les “enseñó a hablar”, incluso se les alimenta con tantos textos que están logrando “otorgarles personalidad”. Creo que al hacer esta pregunta muchos han preferido no ser precisos en responderla, no por miedo a equivocarse, sino a quedarse cortos. Es tanta la expectativa causada que toda empresa medianamente grande ya se encuentra buscando aplicaciones para su beneficio.
Independientemente de la evolución que tomen estos modelos de IA, creo que es momento de reflexión y acción. Esta tendencia de utilizar inteligencia artificial se mantendrá, y así como los usos de computadoras personales llegó para quedarse, con las IA sucederá lo mismo.
Ni utopía ni distopía.
Debemos entender que las IA no serán la salvación de todos nosotros, nos libraran del trabajo a todos por igual y nos llevaran a una vida de ocio, lejos de la preocupación por la búsqueda del sustento. Tampoco creo que “Skynet” ha llegado para dominarnos y nos someterán a la esclavitud o al punto de la extinción. Simplemente sucederá lo mismo que ha sucedido con todos los grandes avances tecnológicos de la humanidad.
Quien dominó primero el fuego dominó el territorio, quién dominó la agricultura logró hacer crecer a su población más rápidamente, quién dominó la minería dominó la industria, quién dominó la navegación dominó el comercio, etc.
Aquellas potencias, sean naciones o empresas, que dominen las IA serán las que mejor beneficio tendrán de ellas. El resto se convertirá en importadores y usuarios de la tecnología que comercialicen los primeros.
No es casualidad que los países con mejores modelos educativos e índices académicos son los que mayor número de startups registran por año. No solamente basta con una materia de programación en las carreras de ingeniería, o un taller de idioma inglés, debemos cambiar el enfoque y en lugar de ahogarnos en ideología, anunciar como un plan nacional educativo rector la creación de universidades que enseñen marxismo o distraer las ideas exigiendo disculpas por un pasado que el resto del mundo lucha por superar, debemos pasar a la acción y entender que el mundo va evolucionar con nosotros, sin nosotros, o a pesar de nosotros.
¿Cuál será el próximo gran salto tecnológico de las IA? Regreso a la pregunta, y regreso a la respuesta, es muy difícil saberlo; pero prefiero estar preparado para ello, con una mentalidad abierta a los cambios y espero estar listo para adaptarla a mis necesidades y lograr sacar provecho de ellas, antes claro de que llegue “Skynet”.
- Fotografía en portada creada por medio de ChatGPT bajo el prompt “Crea una imagen que represente a la inteligencia artificial de forma épica, resaltando su potencial”. Respuesta: la imagen en portada y el texto “Aquí tienes una representación épica de la inteligencia artificial, destacando su potencial en un mundo digital futurista. Espero que sea lo que buscabas. Si necesitas alguna modificación, no dudes en decírmelo”.