El Presupuesto y el petate del muerto
“Generalmente nos inclinamos más a creer lo malo que lo bueno, a exagerarlo sin visible causa”
Carl von Clausewitz (1780-1831), padre de la ciencia militar moderna.
Una de las herramientas más importantes para la materialización de resultados ofrecidos durante las pasadas campañas, sin duda corresponde a la integración de un presupuesto que proporcione el mejoramiento socioeconómico prometido.
Para ser congruentes y mantener los pies en la tierra, el presupuesto público anual tiene que ser gestionado de manera prolija, ya que su razón es hacer viable lo prometido logrando permear a todos los sectores de la sociedad.
Empero, a la hora de ponerle números, generalmentge quedan al descubierto hipérboles, impresiciones o falsedades que exhiben cuatro tópicos: falacias electoreras, incapacidad de gestión, justificaciones fatuas o intimidación.
Debemos entender que la importancia del proceso de planificación y elaboración del presupuesto administrativo en las instituciones gubernamentales, son asuntos que deben tratar sobre la magnitud de la detonación que ambos pueden generar en la economía, el desarrollo y sobe todo, el progreso del nivel de vida de los habitantes.
Ambos deben constituir una consistente amalgama que nos de testimonio de la parte esencial de la política económica, pues transmiten prioridades y objetivos del modelo de gobierno, a través de los montos asignados de acuerdo a sus ingresos y egresos, debidamente compensados.
Este proceso constituye una herramienta fundamental para que el gobierno formule, discuta, apruebe, ejecute, controle y evalúe los resultados de su estructura, clasificando asertivamente el gasto público en cada uno de los rubros.
Es menester armarlos acordes y equiparados, para coadyuvar al fomento del crecimiento, desarrollo y bienestar en todos los estratos de la sociedad, facilitando y etiquetando todo lo conveniente para evitar desvíos o sub ejercicios.
ARMAMENTO.
Todo presupuesto tiene una fuerte relación de impacto con la política y el poder, ya que la acción gubernamental tiene una repercusión determinante en la estructura política al consolidar o erosionarla de manera constante y he aquí lo trascendente, pues se “presta” a un eventual manejo sesgado a otros intereses.
Desde esta perspectiva, el presupuesto es parte clave de la Política, pues asigna recursos con acciones que debilitan o favorecen a grupos, cuates, regiones y/o sectores económicos.
El ex director ejecutivo del BID, Humberto Petrei (1935-2012) dijo “el presupuesto es un punto de reunión de fuerzas de la sociedad” y en esa medida, no es un instrumento meramente técnico sino político.
Esto no quiere decir que, para la definición y el manejo de la política presupuestaria, pueda prescindirse de la técnica, pero sí exige que la técnica esté en función de la política, sin pretender sustituirla.
La idea fundamental es que las políticas y los programas públicos deben enmarcarse con una visión de conjunto y una estrategia de largo plazo que les den sentido y coherencia.
Para ello es necesario que los responsables de ejercer tan importante actividad, conozcan, analicen y apliquen adecuadamente los principios de racionalidad, previsión, universalidad, unidad, y continuidad.
PERSUACIÓN O INTIMIDACIÓN.
Antiguos estrategas militares utilizaron métodos para simular y distraer a sus oponentes, hoy para el caso de los ciudadanos, hay políticos que presentan escenarios complicados o de difícil obtención como estrategia mediática y de apuro.
La manipulación de espacios complejos por parte de estos nuevos genios revela una realidad inquietante en la que el despiste se convierte en un recurso habitual para mantener a los ciudadanos en un estado de confusión.
Este ciclo de promesas y apariciones heroicas, diseñado para garantizar la aprobación popular, expone la superficialidad de soluciones a problemas que, en su esencia, deberían ser abordados con seriedad y transparencia.
La aparente capacidad de estos líderes para resolver las crisis, tan solo a través de su cercanía y habilidades de gestión, no solo desdibuja la verdadera naturaleza de la política, sino que también perpetúa prácticas anacrónicas y poco dignas.
En un mundo que demanda respuestas efectivas y justas, es crucial que los ciudadanos exijan una rendición de cuentas genuina y un enfoque renovado hacia la gobernanza, rechazando las distracciones infantiles y buscando un compromiso auténtico con la transformación social.
La responsabilidad de exigir un cambio recae en todos nosotros, siendo que hoy es la hora de cuestionar y desafiar las narrativas que nos son impuestas por otros inconfesables motivos.
Cualquier propuesta de presupuesto, es factible adecuarla y reposicionarla en tiempo y manera para lograrlo de forma justa y equilibrada, evitando formatos caducos que utilizan supuestos paladines quienes pretenden salir en hombros como solían hacerlo en el siglo pasado.
Corolario:
“Los presupuestos son armas para afrontar desequilibrios y fomentar el desarrollo”
- Fotografía en portada por Josh Appel a través de Unsplash.