Apostando a la transformación

El complejo proceso de integración del transporte público y uso del suelo en ciudades de rápido crecimiento, representan una de las estrategias más promisorias para sembrar y dar los primeros pasos de manera sólida hacia la sustentabilidad ambiental, la competitividad económica y el desarrollo socialmente inclusivo, pues aprovechando la integración de todo tipo de tránsito, podrían adaptarse tecnologías de vanguardia con el uso, ordenamiento y regulación de la tierra, formulando nuevas políticas públicas en todos los niveles de gobierno.

Para lograr una integración eficaz, se requiere una visión estratégica y convincente de la ciudad de futuro que se pretende, dentro de un marco institucional propicio y modelos financieros sostenibles que, sin soslayar la opinión de la ciudadanía, permitan integrar de forma destacada el modelo de desarrollo sustentable que la colectividad desea y dentro del cual quiere vivir.

Por ello, las ciudades deben prever su futuro a largo plazo, elaborando visiones que acaben articulándose en planes de ordenación territorial e iniciativas específicas de uso del suelo.

Equidad.

Dentro de este marco integrador de planificación, también es importante dar voz a todos los segmentos de la sociedad, especialmente a los sectores menos favorecidos existentes, dotándolos de infraestructura complementaria que ayude atenuando desigualdades, ofreciendo espacios bien diseñados y convenientemente arborizados para crear mejores sitios de movimiento y convivencia, compensando el estrés que produce moverse en la saturación y monotonía de calles, concreto y asfalto, sus aumentos de temperatura generados en las zonas intervenidas, si no se analizan adecuadamente.

Una estrategia de planificación urbana bien gestionada, hoy reviste especial importancia, pues además de utilizar como base la movilidad sustentable, debe ser guía de las inversiones en transporte y otras infraestructuras, aprovechando tanto las densidades urbanas a lo largo de corredores de tránsito igualmente existentes, con alta capacidad y actividades económicas para aprovechar y articular ejes de desarrollo.

Los modelos financieros sostenibles considerados en el concepto Eco2 del Banco Mundial, son vitales para alcanzar la visión a largo plazo que se espera de la ciudad, pues con el Desarrollo Orientado al Tránsito (DOT) se obtienen resultados satisfactorios al lograr ciudades altamente habitables.

Apuestas.

Generalmente asociamos apuestas a los diferentes juegos, pasatiempos o conjeturas que hacemos sobre cualquier asunto, desde un resultado deportivo, el clima o resultados electorales, no obstante, el azar puede intervenir en cualquiera de todos ellos.

Para la transformación a la que todos aspiramos y para lo cual se deposita la confianza en las autoridades para su manejo y gestión responsable, es primordial e insoslayable primeramente, participar para conocer y exigir que las mismas autoridades se apoyen en opiniones asertivas de los ciudadanos pero sobre todo, en opiniones y estudios técnico-analíticos de expertos en los asuntos correspondientes, que brindarán certeza y credibilidad de que lo que se propone, en realidad sea para lo que se ofrece y no solamente una narrativa para simular que estamos apostando adecuadamente, valga la redundancia y énfasis, nuestras apuestas tienen que partir desde un origen verdadero, con análisis debidamente evaluados para que las probabilidades de dar en el blanco sean altas y muy cercanas al punto.

También tenemos que estar conscientes de que cualquier análisis es sujeto a correcciones y adecuaciones para lograr su óptimo nivel de servicio, pues al ponerse en marcha, se puede probar lo que se analizó en gabinete y afinar los detalles.

Es fundamental evaluar los resultados obtenidos “a pie de obra” es decir en el mismo campo de batalla supuesto en los análisis con el fin de calificar, corregir o desechar lo que sea inoperante o ponga en predicamento las inversiones.

Protagonistas.

Partiendo que, para realizar una apuesta deben existir al menos dos apostadores y deben tenerse muy bien especificados, quién apuesta, contra quién y qué es lo que ambas partes recibirán al apostar, es decir, la apuesta debe ser sobre el mismo asunto para que sea justa y he aquí el aprieto.

Por un lado, las autoridades están apostando a modernizarnos, según nos dicen, con infraestructuras que discursivamente pregonan ser sustentables y que con ellas nos insertarán en el primer mundo, bla, bla, bla.  Con lo anterior se pretende que asimilemos y aceptemos que el importe de todas esas inversiones, se justifican solamente con la narrativa y promoción mediática avasallante que utilizan como pócima justificante que las acompaña y satura nuestros sentidos.

Por el otro lado, la ciudadanía apuesta a que aquellas hagan lo que están obligadas y que además deben hacer bien, cumpliendo con todos los protocolos y normativa existente para que esta apuesta sea sobre el mismo punto.

Inferimos que cada participante en la apuesta debe hacer lo que corresponde, porque de poco servirían las buenas intenciones, así como las propuestas de inversiones para modernizarse, si alguna de las partes esquiva cumplir lo que le corresponde.

Para el caso de la movilidad, es comenzar cumpliendo con respetar los espacios para peatones, áreas verdes, equipamiento, sitios de estacionamiento, velocidades de circulación y sobre todo no invadir las banquetas o utilizarlas como paraderos o estacionamientos entre otras.

Sin duda que apostar a modernizarse, es un verdadero galimatías a más de ser un verdadero desafío, pues implica que los apostadores, primeramente, acuerden y demuestren el mismo interés en el objetivo, pero, sobre todo, que cada cual haga lo que le corresponde.  Solamente así se obtendrá un premio justo para las partes.

Corolario:

“Apostar a modernizarse es un reto para las partes”

  • Fotografía en portada por Iwona Castiello D’Antonio a través de Unsplash.