Feliz inicio de año y que este 2023 sea próspero y fecundo, retomando la temática de intervención en Patrimonio edificado, hoy toca hablar de los elementos ornamentales diversos que adornan las hermosas fachadas de las ciudades y centros históricos de la República y más allá de las fronteras.

Dichos elementos ornamentales como hemos enunciado en ocasiones anteriores, son el  asombro de propios y extraños, son testigos de la época e historicidad del predio, recordemos que mientras más antiguo es este, menos ornamentación suele tener, es decir, los predios de la Colonia en su primera etapa suelen ser muy austeros y simples, los más ornamentados y profusos entonces se ubican en épocas más tempranas como el Porfiriato, por ejemplo, donde el afrancesamiento y el garigoleo se manifiestan con más fuerza. Y existen otros estilos arquitectónicos como el Barroco y el Rococó, etc. Son estos estilos quienes van definiendo las épocas constructivas y nos permiten ir datando los edificios históricos.

Como quiera que sea, es maravilloso observar la combinación de ornamentos en muchas fachadas y la riqueza y variedad de secciones y perfiles que dibujan formas características de este tipo de construcciones. Sin más de momento entremos en materia.

Descripción.

Reconstrucción de elementos ornamentales diversos, tales como: Frisos, frisos dentados, ménsulas, rosetones, mascarones, medallones, piñas, balaustres, etc., usando moldes negativos de yeso o mortero, para lo cual se reproducen las piezas en mortero de cemento gris: polvo de piedra en proporción 1:3, usando aceite automotriz para desmoldar. Incluye el acabado fino del elemento y su colocación o fijación en fachada, así como la limpieza del área.

Ficha Técnica. Cantidad: Pieza

Procedimiento:

El primer paso para reproducir cualquier elemento ornamental de fachada, consiste en retirarlo con mucho cuidado de su sitio para que pueda ser limpiado a profundidad. Para tal fin se escoge previamente a la demolición o picado de los ornamentos, la pieza mejor conservada. Con la ayuda de cuchillas muy finas, se va retirando con paciencia todo recubrimiento como puede ser capas de pintura vencidas, descarapelamiento de mortero, manchas de humedad, hongos, etc. limpiando de residuos y polvo con una brocha de 2 o 3 pulgadas.

Toda vez que la pieza ha quedado limpia, se procede a sellar las oquedades o imperfecciones que pudiera tener, con el empleo de pasta de cemento gris, al cual se le agrega un poco de adhesivo polimérico para morteros, a fin de que la pieza tenga la textura adecuada para ser reproducida en su mejor apariencia. Igual puede emplearse barras de plastilina para dar forma a la pieza y en épocas más recientes estamos incorporando materiales contemporáneos como los tubos de silicón transparente.

Foto: Reproducción de Friso de hojas, Centro Histórico, Mérida Yucatán. Fuente: archivo personal del Ing. Magdiel Cen.

Posteriormente, se procede a preparar el molde “negativo” en yeso, esto cuando el elemento no es de tamaño considerable, pues en el caso de un balaustre es mejor un molde de mortero de cemento y polvo reforzado inclusive con retazos de varillas o armex escalerilla (15-2).

Dicho molde  se fabrica agregando agua en cantidad tal que permita formar una pasta consistente y maleable a la cual, con la ayuda de retazos de madera  o lámina, se pueda contener o dar forma ocupando un espacio mayor del que tiene la pieza a reproducir, para lo cual se toma la pieza “positivo” que se ha limpiado  y se baña o recubre con aceite automotriz aplicado con una brocha de 1” y se “imprime” en la placa o pasta de yeso alineando a nivel  y procurando dejar un asa de alambre recocido para sacar o jalar la pieza “positivo”.

Cuando haya fraguado el molde se retira el “positivo”, quedando el “negativo” listo para servir en la reproducción del número de piezas que sean necesarias.

Para tal fin se prepara el mortero de cemento gris: polvo de piedra en proporción 1:3, se vierte por partes en el molde “negativo” previamente bañado con aceite automotriz, se retaca o mueve el mortero en el molde para que se expulse el aire contenido y la pieza presente una textura lo más lisa posible, se refuerza la pieza, dependiendo de su tamaño, con alambre galvanizado, alambre recocido o alambrón, se dejan anclas o asas para su extracción y colocación y se espera el fraguado del mismo.

Mediante este proceso tan sencillo es posible reproducir prácticamente cualquier pieza ornamental, aunque cabe señalar que en algunos casos no es posible hacer moldes “negativos” en una sola pieza, pues según la forma y tamaño del ornamento deberá reproducir el molde por partes y unirlas para obtener la pieza total.

En este caso quedan los balaustres, los cuales se reproducen fabricando el molde en dos mitades que se unen, se aseguran en sus juntas y se procede a reforzar con alambrón y a vaciar el mortero, al final resulta una pieza con una delgada línea de junteo que puede ser resanada con pasta fina de cemento.

Foto: Reproducción de Balaustre, Centro Histórico, Mérida Yucatán. Fuente: archivo personal del Ing. Magdiel Cen.

Finalmente se coloca la pieza en el sitio que le corresponde, usando el mismo mortero que sirve para el revoco, el cual consta ya sea de:

a. Cal: polvo: adhesivo polimérico para morteros

b. Cal química: polvo de piedra

c. O si se prefiere, con mortero de cemento gris y polvo.

Es cuanto por ahora y espero pronto continuar con el tema, un saludo afectuoso a todos.

Foto: Maestros artesanos colocando elemento ornamental, Centro Histórico, Mérida Yucatán. Fuente: Archivo personal del Ing. Magdiel Cen.

  • Fotografía en portada Rosetón original fracturado, de alguna fachada en Mérida Yucatán. Fuente: archivo personal del Ing. Magdiel Cen.