Como cualquier proceso industrial la producción del concreto premezclado debe estar sujeta a procesos y pruebas normalizadas que garanticen la calidad de este y tengamos la certeza de estar utilizando un material que cumpla con las especificaciones del proyecto. Ese control de calidad debe darse en todas sus etapas de producción, incluyendo la selección de los insumos, mezclado de insumos, transportación, colocación y curado, documentando cada una de las pruebas a la par de verificar que el comportamiento del material se dé acorde a lo esperado en congruencia con los resultados de las distintas pruebas realizadas. Estas pruebas deberán estar disponibles para todos los actores participantes en el proyecto que se esté desarrollando, propietario, supervisor, constructor y Director Responsable de Obra, y en seguimiento a la sección 3.1 del ACI-318 los informes de estas pruebas deberán ser conservadas por el Director Responsable de Obra durante dos años después de finalizado el proyecto. Es un error muy común olvidar que el concreto premezclado es un producto diferente al concreto mezclado en obra, y como tal su tratamiento es diferente, entendido esto podremos explotar los beneficio de un proceso industrializado y controlado en planta como lo es la fabricación de concreto.
Para tal efecto la primera tarea en el control de calidad que debemos realizar es la selección del laboratorio que se encargará de realizar estas pruebas, el cual debe ser independiente a la empresa productora de concreto (concretera) y a la empresa encargada de colocar el concreto (constructora). Es importante verificar las instalaciones del laboratorio y verificar las acreditaciones y certificaciones con las que cuenta tanto el laboratorio como el personal en él; si se trata de un proyecto a llevar a cabo en el continente americano el instituto rector en esta materia es el Instituto Americano del Concreto (ACI por sus siglas en inglés).
La selección de los insumos básicos del concreto premezclado es una parte fundamental en el resultado de su comportamiento y es también una parte que usualmente dejamos a la concretera sin verificar el origen de los materiales. En esta etapa debemos verificar los certificados de calidad del cemento por parte de su fabricante, pero además debemos aplicar pruebas aleatorias a los lotes siguiendo los procesos normalizados; dependiendo del tipo de cemento que estemos utilizando deberemos apegarnos a la ASTM C 150, ASTM C 595, ASTM C 5845 ó ASTM C 1157. Para el caso de los agregados debemos identificar los bancos de donde son extraídos y probarlos siguiendo las indicaciones de las especificaciones ASTM C33 y ASTM C 330. El agua deberá estar limpia, libre de cantidades perjudiciales de aceite, ácidos, álcalis, sales, material orgánico u otras sustancias que pudieran ser nocivas para el concreto o el refuerzo, y a menos que se indique lo contrario en las especificaciones, no deberá usarse agua no potable, las pruebas a seguir son las ASTM C 1218 y C 1218 M-99. En el caso de los aditivos es casi tan extenso el catálogo de pruebas como lo es el catálogo de aditivos que pueden utilizarse, en este caso previo a la utilización de los aditivos se deberá consultar la bibliografía específica, teniendo un buen inicio en la sección 3.8.1 del ACI-318 y la sección 3 del ACI-311.
Superada la etapa de selección de insumos se lleva a cabo la mezcla de estos, debido a que no es el objetivo de este resumen ahondar en el proporciona miento de los insumos en la mezcla a utilizar según especificaciones de proyecto, dejaremos pendiente este tema que por sí solo da para un curso entero, sin embargo si podemos recomendar seguir las indicaciones del ACI-211.1 y sección 6 del ACI-311. La mezcla se deberá llevar a cabo hasta tener una distribución uniforme de todos los materiales en seguimiento a los requisitos de las normas ASTM C 94 ó C 685, se hará en el equipo apropiado y se prolongará su mezclado hasta por 1.5 minutos después de que todos los materiales han sido colocados dentro del camión revolvedora o en el caso de que el Director Responsable de Obra lo autorice durante un menor tiempo, esto por supuesto a velocidad de mezclado. Mediante un muestreo apropiado según la norma ASTM C 172 se deberá verificar el peso volumétrico de la mezcla siguiendo la norma ASTM C 138 y la cantidad de aire en esta mediante la ASTM C 231 ó ASTM C 173.
El transporte del concreto deberá ser en camiones revolvedora adecuados para tal fin y se debe asegurar que se lleve a cabo sin provocar segregación o pérdida de los materiales. El tiempo de traslado es importante y deberá preverse desde el diseño de la mezcla.
La aceptación del concreto en obra estará a cargo del Director Responsable de Obra, quién en primera instancia deberá revisar la nota de remisión del concreto de tal forma que verifique que las especificaciones de la mezcla coinciden con las especificaciones del proyecto, en ella se indican resistencia, tamaño máximo de agregado, aditivos, así como fecha y hora de su elaboración, cantidad, etc. El contador de revoluciones del camión revolvedora deberá estar en el rango de 70 a 100 vueltas a velocidad de mezclado al llegar a la obra y este no deberá superar las 300 vueltas previas a su colocación en seguimiento a la sección 4.5.2 del ACI-304 y secciones 7 y 9 del ACI-311.
Se recomiendan al menos tres pruebas básicas del concreto en el sitio de la obra: temperatura ASTM C 1064, revenimiento ASTM C 143 y ensayo de especímenes ASTM C 31. Las tres pruebas deben llevarse a cabo mediante un muestreo siguiendo las recomendaciones de la norma ASTM C 172. De acuerdo a la sección 5.6 del ACI-318, a menos que el Director Responsable de Obra indique lo contrario, se deberán realizar los juegos de especímenes para su ensayo una vez al día, una vez por colado, una vez por tipo de elemento estructural, no menos de una vez cada 115 m3 de concreto colocado ó 465 m2 de superficie de concreto colocado en losas y muros, y cuando la cantidad total de una clase de concreto sea menor a 38 m3, el Director Responsable de Obra podrá autorizar omitir las pruebas de resistencia, cuando a su juicio se proporcione evidencia satisfactoria de esta. En todos los casos dichas indicaciones deberán constar por escrito en la bitácora de obra.
Una vez llevadas a cabo estas pruebas, documentado sus ensayos y resultados, firmado las autorizaciones debidas en la bitácora de obra, podemos proceder a la aceptación del concreto premezclado en el sitio de los trabajos para su colocación. De nuevo es importante insistir que tanto el laboratorio como su personal deben estar debidamente certificados a fin de garantizar un proceso de control de calidad adecuado a las especificaciones del proyecto a realizar.
- Fotografía en portada por Chuttersnap en Unsplash.